En los últimos años, el bisfenol S (mencionado también a menudo como BPS por sus siglas en inglés) se ha ido popularizando como alternativa segura al bisfenol A (BPA) en la fabricación de objetos de plástico, a raíz de algunos estudios que apuntaban a efectos nocivos del BPA.

Pero el BPS parece no ser inocuo tampoco, a juzgar por las polémicas conclusiones a las que se ha llegado en algunos estudios recientes, el último de los cuales es el realizado por el equipo de Yichang Chen, Le Shu, Zhiqun Qiu, Dong Yeon Lee, Sara Settle, Shane Que Hee, Donatello Telesca, Xia Yang y Patrick Allard, todos ellos de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), Estados Unidos.

Los autores del nuevo estudio han llegado a la conclusión de que el BPS es tan dañino para el sistema reproductor como el BPA, y que el BPS puede dañar los óvulos de una mujer incluso bajo dosis inferiores a las del BPA.

Los investigadores expusieron a un modelo habitual de laboratorio, un gusano, a varias concentraciones de BPA y/o BPS que se aproximan a los niveles de ambos encontrados en humanos. Hicieron después un seguimiento de los gusanos a lo largo de la totalidad de sus periodos reproductores y midieron su fertilidad.

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Los investigadores observaron que, comparados con los no expuestos a esas sustancias, los gusanos expuestos al BPA o al BPS, o a una combinación de los dos, tenían una fertilidad disminuida. Sorprendentemente, estos efectos fueron vistos con dosis internas de BPS más bajas que las de BPA, lo que sugiere que el primero podría ser más dañino para el sistema reproductor. Esto resultó especialmente evidente cuando examinaron la viabilidad de los embriones jóvenes.

Lo descubierto atañe a la salud humana porque los mismos procesos reproductivos básicos que son alterados por el BPS en los gusanos examinados se hallan en los mamíferos.

La investigación ha sido financiada por los Institutos Nacionales estadounidenses de Salud.

Fuente: Noticias de la ciencia